¡La eyaculación femenina si existe!
- Elizabeth Castañeda Silva
- 27 nov 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 27 sept 2021

En el terreno de la sexualidad, la eyaculación femenina es un tema poco explorado. Se ha atribuido la palabra "eyacular" solo a los hombres, por lo que mencionar que existe la femenina es, en sí, escandaloso todavía para muchas personas. Sin embargo, existe y no es como nos la pintan en las películas hollywoodenses o, más aún, en el material sexualmente explicito (porno).
Hablamos de un líquido menos viscoso que el semen y ligeramente blanquecino que saldría de la vagina durante la fase de orgasmo. La eyaculación se relaciona al reciente descubrimiento del “punto G”, una estructura ahuecada que se encuentra en la pared anterior de la vagina (a unos 5 cm de la entrada) y a las que muchos atribuyen como una ramificación interna del clítoris. No hay que confundirla con el Squirt ya que son dos cosas diferentes.

Así, el origen de la emisión del líquido podría estar en las glándulas de Skene o glándulas parauretrales, ubicadas en esa parte de la anatomía vaginal, alrededor de la uretra y con una estructura similar a la próstata del hombre.
El líquido contiene fosfatasa ácida prostática, glucosa, fructosa, sodio y creatinina. En pocas palabras, el líquido que expulsan las mujeres cuando eyaculan es un fluido completamente natural.
Miles de mujeres en todo el mundo han experimentado en su propio cuerpo la eyaculación, una reacción del organismo que ocurre durante la excitación sexual y puede ir acompañada de un orgasmo o no. El desconocimiento y los prejuicios son sus grandes enemigos, pero aprender a estimular la zona donde se produce, en solitario o en pareja, puede resultar muy gratificante... tanto si finalmente consigues eyacular, como si no.
La próstata femenina y el punto G:
Conocer dónde está nuestra próstata quizá́ nos pueda aportar algo de luz... Distribuido por las paredes de la uretra se encuentra un conjunto de glándulas que se asemejan un poco a una esponja natural. Si metemos los dedos en la vagina y tocamos su pared anterior podemos apreciar una zona con rugosidades o crestas. Estamos tocando la próstata.
Esta zona de la pared vaginal es el llamado punto G (de Grafenberg, su “descubridor”). Personalmente prefiero no usar este nombre porque entre Bartolino (el que le puso su nombre a las glándulas secretoras de fluido lubricante); Falopio (el que se adjudicó́ las trompas que comunican ovarios y útero) y Skene (que pretendía colonizar nuestra próstata) considero que hay demasiados hombres paseando sus nombres por nuestros genitales.

El punto G no es un punto, puesto que puede llegar a medir según la mujer hasta 5 cm de diámetro. Muy grande para llamarlo punto, ¿no?
No todas las mujeres lo tenemos del mismo tamaño ni en el mismo lugar exacto, pero está y ya ves que se localiza fácilmente. La próstata, al estimularla, se llena de líquido hasta que llega un punto, si la mujer consigue relajarse, en el que se expulsa tímidamente, a borbotones, salpicaduras o como el chorro de una fuente. Dependerá́ de la mujer, del momento, la estimulación o la pareja, en caso de que lo provoque otra persona.
La eyaculación femenina paso a paso.
Tómatelo como un juego. Puede que nunca llegues a eyacular, pero no por ello tu vida sexual se va a empobrecer. Descubrir nuevas zonas y técnicas de placer siempre enriquece.
Recuerda que nuestra vagina es una mucosa muy sensible que requiere cuidados al momento de hacer esta practica, no olvidemos manos bien limpias y uñas cortas para evitar lastimarte. Esto incluye a tu pareja.
1. Háblalo con tu pareja
Muéstrale este artículo, infórmalo bien, sobre todo para que no se sorprenda y pueda tener alguna reacción desagradable. En coffee sex y talleres he encontrado a muchas mujeres cuya primera experiencia eyaculatoria fue involuntaria y sus parejas reaccionaron tan mal que no volvieron a conseguir un "squirt". Al intentarlo de nuevo, existía un bloqueo que no se los permitía y superar esta etapa les (mujeres) cuesta bastante trabajo.
2. Mentalícense
A nadie le va a pasar nada si sale algo de orina mezclada con el fluido eyaculado, a nadie. En la eyaculación masculina, a veces, también se arrastran restos de orina y no pasa nada.
3. Practica sola
Antes de empezar, coloca una sábana protectora en la cama o unas toallas. Los dilos o vibradores pueden servirte de ayuda, aunque yo recomiendo usar estos últimos apagados hasta que no lo tengas bien controlado (ya que la vibración podría complicar encontrar el punto G). O busca los vibradores que son especiales para estimular el punto G.
· Recuéstate en la cama, semisentada, con la espalda bien apoyada en cojines, las piernas abiertas y con las rodillas flexionadas. Comprueba que no hay tensiones.
· Introduce los dedos anular y corazón o índice y corazón en la vagina y busca en la pared anterior, apretando hacia el vientre, una zona con una rugosidad diferente. Estimúlala de diferentes maneras cuando la localices para apreciar las sensaciones.
· Empieza con caricias suaves y poco a poco, ve aumentando la intensidad. Aprende qué, cómo y cuánto te gusta.
· Relaja la vagina cuando sientas que se acerca un orgasmo. A veces, cuando queremos lograr un orgasmo más rápido o intenso, apretamos la vagina, esto ocasiona que aprietes la próstata y cuesta más eyacular.
· Cuando empieces a sentir que quieres orinar (este es el punto que quizá te cueste más trabajo), ayuda a tu próstata haciendo incluso el pequeño gesto de dejar salir el liquido (recuerda que no es orina). No te retengas. Deja que el placer te lleve a ese punto de éxtasis.

4. Experimenta en pareja.
Túmbate de espaldas, con las piernas abiertas y las rodillas dobladas hacia tu vientre. Pide a tu pareja que se ponga de rodillas a tu lado e introduzca el anular y el corazón, ayúdate con un lubricante si lo requieres. Que masajee suavemente al principio y, observando tus reacciones, escuchando tus indicaciones, vaya probando y cambiando de ritmo. La técnica concreta consiste en mover los dedos de atrás a delante, como si quisiera decir “ven”. Prueba diferentes posiciones, también de pie, se facilita mucho la estimulación, algunas lo conseguimos mucho mas rápido en esta posición.
En conclusión chicas, experimentemos, juguemos, probemos y disfrutemos de nuestra sexualidad sin Tabúes.
Elizabeth Castañeda Silva
Educadora de la Sexualidad
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