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EL PODER CURATIVO DE LOS ORGASMOS

Actualizado: 10 dic 2018

Durante el acto sexual (o cuando sentimos placer), son liberadas endorfinas en nuestra sangre. Las endorfinas son un analgésico natural producido por nosotros mismos. Funcionan como un verdadero opiáceo y, además de reducir el dolor, provocan una gran sensación de bienestar. Cuando tenemos sexo y descargamos endorfinas en nuestra sangre, además de liberar tensiones y aliviar los dolores de cabeza, relajamos y aliviamos los cólicos menstruales. Está comprobado que el sexo durante el periodo es una excelente medicina para las mujeres que sufren de dolores.

El sexo libera endorfinas. El orgasmo aún más. Y tenemos incluso mejores noticias: la autoestimulación (masturbación) funciona exactamente de la misma forma. Si el orgasmo producido por la autoestimulación es más fuerte que el producido durante el sexo, la autoestimulación (masturbación) será todavía más eficaz que el sexo en el control de los dolores. Lo que importa son las endorfinas, y cuanto más potente un orgasmo, más producción de esta sustancia. Más endorfinas, menos prostaglandinas = ecuación para el alivio de los cólicos menstruales Pero hay más, un orgasmo también ayuda a disminuir las prostaglandinas, sustancias que hacen parte de los procesos inflamatorios del cuerpo. Además del placer, el sexo es una gran medicina. Cuando mantenemos relaciones sexuales se produce una auténtica descarga química que, entre otros beneficios, aumenta nuestra esperanza de vida. Esto se debe a la secreción de proteína deshidorepiandrosterona (DHEA), que ayuda a prevenir la depresión, problemas cardiovasculares y degenerativos.

Pero hay más:

1.- Se ha demostrado que practicar sexo con regularidad refuerza el sistema inmunológico, ya que le obligamos a generar más anticuerpos.


2.- Durante el orgasmo se liberan estrógenos, una hormona que ayuda a que la piel y el cabello luzcan mejor, ya que induce a la síntesis de colágeno.


3.- Mantener una vida sexual activa en la menopausia es clave, ya que previene la atrofia vaginal. También es un gran entrenamiento para el suelo pélvico que ayuda a evitar la incontinencia urinaria.


4.- Según la Universidad Estatal de Nueva Jersey (EE.UU), el orgasmo libera hormonas que ayudan a bloquear el dolor. Además, la estimulación vaginal ayuda a las mujeres a bloquear el dolor de espalda, el menstrual o el dolor de cabeza.


5.- Es un poderoso ansiolítico contra el estrés. Nos relaja y aumenta la secreción de dopamina. Además, después del orgasmo, se libera prolactina, responsable de la somnolencia y la relajación: dormiremos mucho mejor.


6.- Nos mantiene en forma. En una relación sexual quemamos de media a 5 calorías por minuto y ejercitamos varios músculos del cuerpo.


¿El estrés y la depresión se combate con los orgasmos?

Las endorfinas son un grupo de sustancias formadas dentro del cuerpo que alivia naturalmente el dolor. Tienen una estructura química semejante a la morfina. Además de su analgésico, o además del efecto dolor- aliviado, las endorfinas son implicadas en el control de la respuesta del cuerpo, regulando las contracciones de la pared intestinal, y de determinar el estado humor.


También pueden regular la liberación de hormonas de la glándula pituitaria, en particular hormona del crecimiento. Algunos investigadores dicen que las sustancias se sueltan en el flujo sanguíneo durante un ejercicio físico vigoroso. Otros han encontrado que las endorfinas son soltadas durante el orgasmo, así como durante la risa.


La liberación de la endorfina ocurre teniendo sexo o autoestimulándose, llegando al orgasmo. Esto puede ser una explicación del por qué sentimos las sensaciones extremadamente placenteras, durante el sexo o a la autoestimulación y llegando al orgasmo. Lógicamente al tener orgasmos regularmente, se puede crear y mantener el estado de buen humor, estados de tranquilidad, disminuir la irritabilidad y el nerviosismo o el estrés, tomando las cosas con calma, viviendo la vida con más calidad.

LOS ORGASMOS Y EL PARTO.



Son muchas las estrategias que se realizan para tratar de aliviar el dolor de la dilatación y la expulsión durante el parto y se usa muy poco, o nada, una opción que podría ser de las más efectivas y, obviamente, natural: los partos dolerían mucho menos si las mujeres se autoestimularan (masturbación).

¿Parir duele?

No a todas las mujeres, pero sí a la mayoría, con diferente intensidad. A unas les duele mucho, a otras no tanto, pero prácticamente todas explican que tuvieron dolor y que, o lo calmaron con algún tipo de analgesia (normalmente la epidural) o lo "soportaron" con paciencia y diferentes estrategias (cambios de posición, cantar, bailar, caminar, meterse en el agua caliente, masajes, la pelota de dilatación, buscar un ambiente tranquilo, dejar actuar las endorfinas, etc.). Pero dolería mucho menos si se autoestimularan y si fuera teniendo orgasmos que mejor.


Uno de los mayores expertos en orgasmos femeninos es el psicólogo neoyorquino Barry Komisaruk, un hombre de 74 años que lleva más de 30 haciendo estudios sobre ello, y que ha conseguido, entre otras cosas, cuantificar los beneficios de la autoestimulación vaginal y clitoriana de la mujer en el control del dolor. A lo largo de varios estudios, sobre todo desde finales de los 80, Komisaruk fue demostrando cómo la estimulación de los órganos sexuales podía ayudar en situaciones de dolor a las mujeres.


En el año 85, por ejemplo (de esto hace ya 33 años), realizó dos estudios con 20 mujeres en total en los que demostró que la estimulación vaginal por parte de las mismas mujeres aumentaba el umbral del dolor entre un 36,8% y un 40,3% (cuanto más alto está el umbral del dolor, más capaz eres de soportarlo). Lo más increíble fue que en el momento en que las mujeres tenían un orgasmo el umbral del dolor se incrementó significativamente entre un 74,6% y 106,7%. Eso quiere decir que, en el instante del orgasmo, y si la mujer va teniendo varios durante la dilatación y la expulsión, el dolor puede llegar a disminuir sustancialmente hasta más de la mitad.


En el año 90 realizó un nuevo estudio en el que volvió a validar la teoría, viendo que, además, las mujeres que iban más preparadas al parto, con un trabajo previo que las enseñara a controlar la respiración y de técnicas de relajación, veían incrementado aún más el umbral del dolor que aquellas que no habían realizado ninguna preparación en este sentido. Pero... ¿cómo va a autoestimularse una mujer durante el parto?


Bien, excepto algunas mujeres descritas por el mismo Komisaruk en un artículo de 1992, que son capaces de llegar al orgasmo mediante la visualización de ciertas imágenes, sin estimulación física, las demás la necesitan y claro, autoestimularse durante el parto es algo muy extraño de hacer, y de proponer.


Son muchos los estados permitidos durante el parto, como dolor, miedo, alegría, cansancio, esperanza, tranquilidad, y un largo etcétera, pero el placer no parece ser uno de los que tienen cabida. Imagina que vas a dar a luz a un hospital y empiezas a estimularte para calmar el dolor... ¿qué reacción tendrían los profesionales? Ahora imagina lo contrario, que vas a dar a luz y son ellos los que te dicen que te dolerá menos si lo haces: ¿lo harías? Creo que de las dos situaciones la segunda es más difícil de imaginar (y mira que la primera es muy difícil), primero porque esto que te explico hoy se sabe desde hace más de 30 años, y no veo a nadie en los hospitales recomendándolo, y segundo porque requiere un cambio abismal en la concepción de la sexualidad, del dolor y del poder de las mujeres de manejar su parto y controlar su cuerpo.


De hecho, ni siquiera he oído a mujeres que dan a luz en casa que hayan hecho algo así, o que la doula (matrona) se lo haya sugerido, y quizás son las que mayor oportunidad tienen porque están en un clima mucho más tranquilo y, obviamente, de confianza.


Aunque, sí hay mujeres que aprovechan la estimulación sexual para controlar el dolor de la menstruación, de espalda u otras molestias físicas, incluso derivadas de la práctica deportiva.

¿Y si los hospitales cambiaran y...? ¿Y empezaran a recomendarlo? Sería la bomba. Sería dar el control del parto, en gran parte, a la mujer, pero no en plan de “toma tú las decisiones”. Dejarle aprovechar su sexualidad para tener un parto mejor (que es uno de los momentos más trascendentales de la vida de una mujer) y decirle, en resumen, que ella tiene el poder de sufrir menos y disfrutar más.


Así que ya sabemos, entre mas orgasmos, menos dolor, estrés y ansiedad. Yo no se ustedes, pero creo que hay que tener orgasmos mas seguido, le salud es lo primero.


Elizabeth Castañeda Silva

EDUCADORA DE LA SEXUALIDAD.

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ELIZABETH CASTAÑEDA SILVA EDUCADORA DE LA SEXUALIDAD

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